1. Combate la bacteria causante de las gastritis y mejora el sistema intestinal
La Helicobácter pylori convive con nosotros en nuestro organismo. Sin embargo, cuando no está en equilibrio, es causante de un buen número de dolencias estomacales relacionadas con la gastritis. Gracias a la carga probiótica de la Kombucha, podemos mantener a raya esta bacteria que habita en nuestro organismo.
Además de esto, la Kombucha regula el tránsito intestinal y su flora.
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2. Ayuda al sistema inmunitario
Al ser rica en antioxidantes, esta bebida fortalece nuestra capacidad natural de defensas del organismo. Además, también mejora la oxigenación de las células.
3. Estimula la circulación y la función renal
Por un lado, los probióticos de la Kombucha disminuyen la presión arterial al evitar la vasoconstricción de las arterias. Por otro, al ser una fuente de hidratación, favorece el funcionamiento de nuestros riñones.
4. Desintoxica el organismo
¡Con todo lo que eso supone! Y no solo por su efecto laxante. También se le presupone un papel importante en evitar dolencias como la gota, la artritis o los cácelos renales.
Y, aunque la lista de propiedades es todavía más extensa, solo hay una manera de comprobar sus beneficios: incluyéndola en nuestra dieta.
